Desde fuera las cosas no son como nos hacen creer: son extremadamente sencillas y naturales.
Los seres humanos percibimos cierta cantidad de información desde el primer contacto, cuando el objetivo es la atracción sexual, ese tipo de información puede variar, pero por supuesto, si uno es lo suficientemente reflexivo y atento, es capaz de utilizarla a su favor, es capaz de intervenir en este proceso casi mecanicamente. El paso para cambiar es la fuerza de Voluntad. ¿No es verdad que las virtudes (como la Sabiduría, el Valor, etc.) son universales? ¿Una mujer no sabe qué es la belleza, el don de gentes, no sabe qué es un hombre apuesto? ¿No lo sabéis vosotros? No os hagáis los ignorantes, sabéis lo que gusta y no gusta. Kant hablaba de categorías.
Es obvio que cualquier individuo desarrollado intelectualmente puede modificar sus pautas de conducta hasta ciertos niveles e incluso gran parte de su físico para lograr cotas mayores de atracción sexual. Personalmente afirmo que el peso de la atracción recae, sobre individuos estándares sin taras físicas mayores, en el aspecto intelectual y personal, muchísimo más que en el material y físico. Pero no se puede despertar ese potencial sin antes saber lo que uno quiere de esta vida. Este camino interior es imprescindible para alcanzar la felicidad.
Una vez decididos a aparecer en escena, ya sea en una cafetería, discoteca o en cualquier otro mercado humano, no tiene más inconveniente que adoptar un rol (en orden a lo dicho anteriormente) y manipular a la chica para que diga lo que queremos que diga, y piense lo que queremos que piense. ¿Qué quiero decir? Estoy hablando de que tires todos tus miedos y problemas emocionales y te transfigures en un hombre que conoce los límites del pensamiento femenino. Intuitivamente tan lógico, tan transparente, muestran en cada momento sus emociones. Son animales domesticables. Carentes de originalidad.
El control de las respuestas viene determinado por la propia experiencia: a mayor número de respuestas, mayor es la afinidad entre todas ellas, y evidentemente, mayor es el número de oportunidades.
Los seres humanos percibimos cierta cantidad de información desde el primer contacto, cuando el objetivo es la atracción sexual, ese tipo de información puede variar, pero por supuesto, si uno es lo suficientemente reflexivo y atento, es capaz de utilizarla a su favor, es capaz de intervenir en este proceso casi mecanicamente. El paso para cambiar es la fuerza de Voluntad. ¿No es verdad que las virtudes (como la Sabiduría, el Valor, etc.) son universales? ¿Una mujer no sabe qué es la belleza, el don de gentes, no sabe qué es un hombre apuesto? ¿No lo sabéis vosotros? No os hagáis los ignorantes, sabéis lo que gusta y no gusta. Kant hablaba de categorías.
Es obvio que cualquier individuo desarrollado intelectualmente puede modificar sus pautas de conducta hasta ciertos niveles e incluso gran parte de su físico para lograr cotas mayores de atracción sexual. Personalmente afirmo que el peso de la atracción recae, sobre individuos estándares sin taras físicas mayores, en el aspecto intelectual y personal, muchísimo más que en el material y físico. Pero no se puede despertar ese potencial sin antes saber lo que uno quiere de esta vida. Este camino interior es imprescindible para alcanzar la felicidad.
Una vez decididos a aparecer en escena, ya sea en una cafetería, discoteca o en cualquier otro mercado humano, no tiene más inconveniente que adoptar un rol (en orden a lo dicho anteriormente) y manipular a la chica para que diga lo que queremos que diga, y piense lo que queremos que piense. ¿Qué quiero decir? Estoy hablando de que tires todos tus miedos y problemas emocionales y te transfigures en un hombre que conoce los límites del pensamiento femenino. Intuitivamente tan lógico, tan transparente, muestran en cada momento sus emociones. Son animales domesticables. Carentes de originalidad.
El control de las respuestas viene determinado por la propia experiencia: a mayor número de respuestas, mayor es la afinidad entre todas ellas, y evidentemente, mayor es el número de oportunidades.
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