Y es así cómo los espíritus recogen todo su poder.
De nuevo ha pasado cierto tiempo desde que aparecí de mi letargo. A veces me siento vivo, y a la vez muerto. El destino se precipita a los hombres. Nos observa un enemigo mucho más temible. Veo el futuro. Perdemos el tiempo mientras otros se sienten dioses. Fuera hay individuos que se alimentan de la sangre de sus víctimas, también de sus temores y miedos más profundos. No hablamos de lo importante, nos quedamos en la superficie de este mundo controlado por animales. No habrá futuro.
Estoy encontrando mi Obra, el camino de mi vida. Aquí no la encontraré. Una fuerza descontrolada surge de mis palabras. El mundo debe sufrir su destino. Somos piel, pero en interior reflejamos la sabiduría de la destrucción. Lo importante no es la piel, sino lo que oculta. Así la unión será posible cuando despierte el poder de nuestra especie. Lo demás, el pensamiento moderno, la locura del consumismo, no llevará a nada. Somos libres en el momento en que somos conscientes de nuestra confusión existencial. Por más que justifiquemos esta existencia tan trivial en forma de placer vital, la existencia no tiene un motivo lógico. Podremos viajar entre dimensiones pero jamás encontraremos un sentido para nuestra existencia en el universo. Ya que dicho motivo no existe.
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